
Por fin celebramos el cumpleaños de mi hijo pequeño. Seis Años!. El año que viene, ya pasa a primaria. Con la pandemia, no pudimos celebrar cómo él se merecía sus cumpleaños. Éste tenía que ser especialmente divertido y a su manera.
Cuándo empezó el colegio, apenas conocíamos a nadie. Y a mi pequeño a demás, le costó mucho la adaptación, por lo que tan sólo invitamos a sus dos primas, y fuimos a un parque de bolas. Se divirtió, pero me sentí mal, porque quería que ya comenzase a juntarse con sus amigos. El siguiente cumpleaños, fue en casa. También con sus primas, y la familia. Un poco de caos, pero se lo pasó muy bien. Luego cuándo comenzaba a tener amigos, vino la pandemia, y bueno, nos pilló el confinamiento, y luego los parques de bolas y demás cerrados, no podías estar más de 8/10 personas, sólo familia directa, y bueno, era un caos, así que, lo celebramos en petit comité, en familia nuevamente, pero ésta vez eran las circunstancias.
Así que, éste año, ya el último de infantil, decidimos hacerlo bien. Rodeado de sus amigos. Primero, decía en un parque de bolas, pero luego pensamos, ¿tenemos un campo, y al aire libre, qué mejor lugar para celebrar un cumpleaños?. Y estuvo de acuerdo. Invitó a 9 niños, con sus respectivos hermanos y padres. en total 14 niños (más los dos míos), y los padres de cada uno de ellos.
Fue muy divertido. Jugaban por todos los rincones, en los columpios, a la pelota, corrían, saltando en la colchoneta, con los juguetes, a los superhéroes, etc.
De hecho, la fiesta fue de temática Spiderman vs Marvel. Le encantan las pelis, y los personajes. Su favorito pues Spiderman. Así que adorné con fotos de Spiderman, telas de araña, tonos azules y rojos en manteles y vasos, y compré platos de Spiderman. Luego decoré el mantel con fotos de onomatopeyas («boom», «crash»…etc), y la tarta de Marvel. La tarta de galletas, y con una oblea sobre la misma que compré en un hipermercado. Y, bueno, globos y banderines decorados con superhéroes por todo el campo.
El cumpleaños lo hicimos un domingo por la mañana. Sobre las 11 comenzaron a venir los primeros invitados. Los coches, se iban aparcando fuera (menos mal, que hay sitio y no molestan, porque dentro iba a ser demasiado follón, y los niños no podrían ni moverse).
Empezaron a jugar, y mientras iban llegando poco a poco los demás (siempre hay rezagados que llegan una hora tarde). Los papis iban bebiendo, y les puse algo de picar. Estaban muy a gusto, porque además se conocían entre ellos la mayoría. Mi temor era, lo tímida que soy, pero bueno, cómo tenía que estar a otros menesteres, pues fue todo rápido, hablaba lo que podía con unos y otros, pero fue mi marido, el que estuvo de anfitrión de los padres.
De almuerzo, sobre las 12, puse minihamburguesas con patatas, hot dogs gigantes, pizzas, patatas de bolsa, y de beber pues agua. Tuve un pequeño despiste, tenía batidos y zumos, pero cómo no los saqué, pues se quedaron en el armario guardados. En fin. un pequeño despiste.
Luego continuaron jugando. Y sobre la 13.30 saqué la tarta, y los regalos. Me costó muchísimo volverlos a reunir. No querían dejar de jugar. Al final lo conseguí. Los regalos, los compré con el dinero de los padres. Ahora es así, ya no trae cada cuál el regalo, sino que le dan dinero a la mamá/papá, y ya se encarga de comprar lo que al peque le gusta. Más cómodo claro. Y con la certeza de que acertarás.
En fin, una cartera, supermán, Joda de star wars, el escudo de spiderman, un disfraz de Thor y el martillo, dos playmobil (que le encantan también)… y todo ello, se encargaba su hermano mayor, de ir dándoselo.
Tras los regalos y sin dejar a los nenes que se marchasen, les repartimos unas bolsitas para que fuesen a un par de piñatas a coger caramelos. Y, tras la piñata, la bolsita de chuches reglamentaria (hecha por mí), y a seguir jugando.
Lo único, que ya eran las 14, y todos se fueron marchando a casa.
Al final, quedó un día divertido, y dos datos para mí muy importantes:
- mientras estaba decorando el campo, mi hijo se asomó y me dijo «¡qué chulo mamá, gracias!» (gracias por la fiesta).
- lo segundo, al finalizar el día, «mamá, quiero volver a celebrar mi cumpleaños aquí el año que viene».
Me quedo con éstas dos frases, porque reflejan la ilusión, la alegría, y diversión con que vivió éste gran día.
Y, eso que lo tuvimos que celebrar, dos fin de semana más tarde de lo previsto. Primero porque el fin de semana de su cumpleaños, ya lo celebraba otro compañero, y se había adelantado en la invitación. Y segundo, porque llevamos una racha importante de lluvias, y el siguiente fin de semana fue horrible, y tuvimos que cancelarlo.
Al final, todo salió genial, y el sol brilló por todos lados.
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