¡ Ha comido fideos!…

Bueno, sé que no es ninguna proeza, pero con un año, es la primera vez, que le hago fideos, y se come un bol entero.

¡Menuda alegría!. Y, es que la comida no es su «fuerte», me cuesta horrores hacerle algo que le entusiasme…es que con los potitos todo era más fácil. Cada día era uno diferente: pollo con verduras, lentejas, menestra, fideuá, pescadilla, merluza…y un largo etcétera.

Ahora, pasamos al sólido, y es aterrador, en serio, para mí lo es. No soy buena cocinera, y claro, me cuesta ingeniármelas para ir introduciendo a mi peque un menú similar al de los potitos.

Las meriendas, hemos empezado a intentar que con natillas o petit, empiece a comer ya sólo. Porque le cuesta. Lo único es, que al final, deja la cuchara, y sigue con los dedos…También con la fruta, intenta pincharla con el tenedor, y la verdad es, que le gusta intentarlo, quiere hacerlo.

Aún así, las meriendas, al igual que las comidas, son muy regulares. Plátano, o yogurt, natillas, galletas ó cereales con leche.

Eso sí, cuándo nos ve comer, en las cenas sobre todo, venga a pedirnos. Aquí, prueba guisantes, y todo.

En fin, no sé si ésto cambiará, imagino que sí, porque el hecho de ir introduciendo alimentos poco a poco, es cuestión de tiempo…pienso que, al igual que caminar, que se aprende antes o después. El arte de comer, no se aprende, sino que cada niño, ya va de fábrica con un paladar exquisito (ciertos alimentos sí le gustan y no le hables de otros), comilones ( le da igual lo que le des, el caso es comer), ó tiquismiquis que digo yo ( cómo no me entre por los ojos….la llevas clara, mamá).

Mi hijo, le veo venir…va del camino del tiquismiquis…